viernes, marzo 06, 2009

"El burro hablando de orejas"


Es la historia de un burrito que se fijaba en los demas animales del campo y cuando podia se burlaba de los defectos de ellos. Un dia el burrito saliendo a pasear se encontro con varios animales, la primera una jirafa a la cual le dijo: "Que cuello más grande tienes y ademas eres demaciado alta asi nadie te va a querer", la jirafa triste se fue, otra vez se encontro a un cocodrilo y le dijo: "que boca mas grande tienes asi de bocón nadie te quedra", poco tiempo despues se topo con un elefante y le dijo: "Elefante que orejas más feas tienes" pero en esta ocasion fue diferente porque el elefante le contesto inmediatamente diciendo: "Hay Burro parece que nunca te has visto en un espejo...las tuyas son tan grandes casi como las mias". Asi se quedo callado el burro tan avergonzado como jamas le habia sucedido en su vida.

En ocasiones solemos poner nuestra mirada en los demas sin saber que nosotros mismos tenemos nuestras propias debilidades: Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3
En cierta ocasión escuche criticas a la Iglesia donde pastoreo, por que hermanos de otra congregación nos señaban despectivamente a causa de que algunos hermanos no usan la manga larga, lo cual no es pecado ni tiene base biblica pero ellos lo elevan a pecado, sin embargo reflexiono cuando muchas veces exigimos ciertas reglas y nosotros mismos no las cumplimos.

Es muy triste ver como estos mismos hermanos la santidad la estan perdiendo en sus congregaciones, las jovenes usan escotes y faldas arriba de las rodillas, se cortan el cabello y otras cosas más, las damas visten con ropa transparente o hermanos tienen negocios ilicitos fuera de la voluntad del Señor. Por lo cual el Apostol pablo exhorta a "no tener el mas alto concepto del si que el que debe tener" es decir tener cuidado de hablar de los demas cuando no tenemos la capacidad espiritual para señalar.
Tenemos que examinarnos nosotros mismos, no sea que poniendo en la mirada en otros seamos nosotros los que no caminamos conforme a la voluntad de Dios. Mejor es cuidar cada palabra de lo que decimos no vayamos a caer en lo del burrito. Esto es parte de la madurez de los creyentes y la Iglesia del Señor Jesús.

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